A principios de abril, los accionistas de The Walt Disney Company reeligieron al consejo de administración de la multinacional, rechazando la candidatura de Nelson Peltz, fundador de Trian Partners, un fondo especulativo que posee el 1,8% de las acciones. Esta maniobra fue parte de las guerras de poder que están agitando entre bastidores a Disney en los últimos tiempos.
No hace mucho tiempo, Ike Perlmutter, miembro del consejo de administración de Disney en calidad de expropietario de Marvel Entertainment, y conocido por su comportamiento extravagante, perentorio e incluso racista (en la época de Iron Man 2 obligó, por ejemplo, a reemplazar al costoso Terrence Howard en el papel de James Rhodes porque «nadie se dará cuenta, todos los negros son iguales») había intentado de todas las formas posibles, sin éxito, introducir a su amigo Peltz (o, alternativamente, al hijo de Peltz, Matthew) en el consejo de administración, con el objetivo de sacar a Bob Iger y devolver el cargo de CEO al anterior director ejecutivo de la empresa, Bob Chapek.
«Los accionistas han votado», dijo Peltz en el programa Squawk on the Street. «Han querido dar una oportunidad al consejo. Así que sea. Los observaremos como el año pasado. Hicieron muchas promesas. Esperábamos que las cumplieran. No lo hicieron, y nosotros volvimos a la carga. Ahora nos enfrentamos a nuevas promesas y espero que las cumplan. Si no es así, nos volverán a ver.»
Peltz había planteado varias objeciones sobre la línea editorial de Disney, acusándola de promover la «ideología woke» («¿por qué tiene que haber una película de Marvel con un elenco totalmente de actores negros?»), además de lamentar la falta de planificación, que incluye la elección del sucesor de Bob Iger, cuyo contrato vence en 2026.
Artículo originalmente publicado en Fumettologica y aquí presentado en una versión editada.
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