El mundo de la traducción se está viendo sacudido por la irrupción de la inteligencia artificial en la industria del manga y el anime, lo que está generando preocupación entre muchos traductores. Mientras algunos temen que la IA pueda dejarlos sin trabajo, otros señalan que el verdadero problema radica en que las editoriales la están utilizando como excusa para reducir los pagos.
En una entrevista con Gizmodo, David Evelyn, traductor oficial de “Kaiju No. 8”, mencionó cómo las editoriales están empezando a emplear herramientas como Novelous para realizar traducciones rápidas de mangas y novelas ligeras. Sin embargo, para él, la IA no representa una amenaza real, ya que considera que su desempeño es deficiente. «La traducción va más allá de simplemente cambiar palabras de un idioma a otro. No creo que la IA esté poniendo en peligro nuestros trabajos, porque sinceramente, es inútil en lo que hace», afirmó.
Según Evelyn, la IA carece de la capacidad de comprender el contexto, realizar juegos de palabras, adaptar referencias culturales y lograr que los diálogos suenen naturales. En resumen, traduce de manera similar a como lo hacía Google Traductor en sus peores momentos, lo cual no es adecuado para una tarea tan crucial como la localización de manga.
A pesar de que la IA aún no cumple con los estándares requeridos, las editoriales continúan utilizándola, lo que plantea el problema de que lo hacen para reducir costos. En la actualidad, la mayoría de los traductores de manga trabajan como autónomos y deben aceptar varios proyectos para poder cubrir sus gastos. Las tarifas que reciben distan mucho de ser justas: oscilan entre 100 y 250 dólares por capítulo en mangas semanales, y entre 1,000 y 1,700 dólares por los mensuales. Con estas cifras, vivir únicamente de la traducción de manga resulta casi una utopía en los países desarrollados.
El problema se agrava por el hecho de que las editoriales emplean la IA para realizar traducciones rápidas y luego contratan a seres humanos únicamente para corregir los errores. «Las empresas argumentan que utilizarán editores humanos para revisar el trabajo de la IA, pero en realidad eso equivale a comenzar de cero. La diferencia radica en que ahora lo llaman ‘revisión de la IA’ y pretenden que lo hagamos por salarios miserables», explicó Evelyn.
Sin embargo, este no es el único inconveniente. Según Casey Loe, otro traductor experimentado, los plazos de entrega son extremadamente ajustados. En ocasiones, el manga llega apenas una semana antes de su publicación, y durante ese tiempo es necesario traducirlo, editarlo, rotularlo y revisarlo. Dada la premura, es comprensible que se cometan errores, pero la comunidad no siempre se muestra comprensiva. Cada vez son más frecuentes los casos de traductores que sufren acoso en redes sociales por detalles mínimos.
Loe considera que una solución sería que las editoriales japonesas enviaran el material con mayor antelación, de modo que los equipos de localización pudieran realizar su trabajo de manera adecuada sin estar al borde del agotamiento. En resumen, si bien la IA aún no alcanza un nivel óptimo de traducción, ya está teniendo un impacto negativo en la industria. No solo no mejora la calidad, sino que está provocando una disminución en los pagos de los traductores y un aumento en su carga laboral. Si esta tendencia continúa, el futuro de la localización de manga podría tornarse cada vez más sombrío.
Fuente: GIZMODO
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