Tras la adquisición de Crunchyroll por parte de Sony Group en el año 2021, la plataforma de streaming ha visto un aumento considerable en sus suscriptores, llegando a los 15 millones. A pesar de este crecimiento, recientes revelaciones internas han causado controversia en la comunidad de aficionados al anime. Según testimonios de empleados actuales y anteriores, la empresa ha implementado una política extraoficial que excluye a los entusiastas del anime, conocidos como otakus.
Según los empleados, algunos ejecutivos consideran el anime como «dibujos animados para niños», lo que ha llevado a descartar a candidatos que se identifican como fanáticos del género durante los procesos de contratación. Este cambio en la cultura laboral de Crunchyroll se atribuye a la inclusión de la dirección de Funimation, compañía previamente adquirida por Sony, cuyos líderes reemplazaron a los ejecutivos principales de Crunchyroll tras la fusión.
Desde su inicio en el año 2006, Crunchyroll ha sido considerado un refugio para los amantes del anime, tanto entre sus usuarios como dentro de su equipo. La plataforma, que comenzó como un sitio de contenido pirata, ha evolucionado para convertirse en líder del mercado de anime licenciado, con oficinas decoradas con personajes icónicos y un ambiente laboral que valoraba las opiniones de sus empleados. Sin embargo, tras la adquisición por parte de Sony, muchos empleados sienten que el enfoque ha cambiado.
«Ya no estamos priorizando a los fanáticos del anime, sino a los consumidores casuales«, comentó un ex empleado, refiriéndose a la nueva dirección de Crunchyroll hacia audiencias más generales, lo que, según expertos, podría afectar a la plataforma frente a la creciente competencia de gigantes como Netflix y Disney.
Desde la adquisición, Crunchyroll ha enfrentado diversos desafíos: Tres rondas de despidos; una disminución en el apoyo interno hacia la estrategia de la empresa, con solo el 39% de los empleados expresando confianza en la visión de la gerencia; y dificultades para alcanzar sus objetivos de crecimiento, como su ambicioso plan de llegar a los 25 millones de suscriptores para el año 2025, considerado irrealista por los empleados.
La aparente falta de interés en contratar a otakus ha generado críticas tanto dentro como fuera de la empresa. Los fanáticos del anime, que han sido históricamente leales a Crunchyroll, han comenzado a preguntarse si la plataforma aún representa sus intereses. Mientras Crunchyroll intenta competir en un mercado saturado, enfrentando licencias cada vez más costosas y la pérdida de exclusividad ante Netflix y Disney, el futuro de la plataforma dependerá de su capacidad para atraer nuevas audiencias sin perder la fidelidad de su base de fanáticos.
¿Está Crunchyroll alejándose de sus raíces y perdiendo la conexión con los fanáticos del anime? La respuesta a esta pregunta podría determinar su éxito o fracaso en los próximos años.
Fuente: The Japan Times
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